viernes, 19 de agosto de 2016

La muerte lenta

   Es permanecer quieto y atónito ante un evento como morir de hambre por falta de trabajo y su consiguiente falta de alimento.
   Es tener que dejar el trabajo por ir a cuidar tu casa o rancho en éste caso, porque los malandros ó rateros, bribones, ladrones de poca monta, acaban como hormigas fatales todo, en forma lenta pero continuada.
   Es sentirse de manos atadas por falta de autoridades que no acuden al llamado del necesitado, que no implementan medidas para frenar la delincuencia en venezuela y que solo van a recoger los cadáveres del pueblo sufriente.
   Hay que respetar los derechos humanos, pero disiento que éstos rateros lo sean, por eso al exterminarlos no se cometería ningún crimen, porque son escoria y son como jauría de perros, con el perdón de los perros.
   Ahora que existen graves problemas de abastecimiento en venezuela, éstos señores rateros han arreciado como nunca, unos para llevar alimento a su casa y la mayoría para su consumo de drogas ilícitas. Es decir que su trabajo es robar para sus necedades y necesidades.
   Nada justifica el olvido de los políticos que representan al pueblo, pero solo para cobrar altos sueldos.

                       CONTINUARÁ...


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