lunes, 29 de agosto de 2016

El hombre que hacía llorar

- Se requerían solo 30 segundos para que este hombre te hiciera llorar y sentir un evento de amor en tu ser.
- Se colocaba frente a tí, te tocaba en un suave apretón de mano, te veía a los ojos y generaba empatía, sinceridad pura y una calidez humana sin palabras.
- Un día quiso llevar su ternura y su amor al palacio de gobierno, porque las personas que eran tocadas por él, tenían un cambio en su percepción y relación con las demás personas.
- Llegó al edificio de varios pisos, siendo anunciado, se apersonó en la oficina de un político de envergadura, de mando; tocó sus manos y se encrispó.
- A los dos minutos se retiró en silencio, apenas se despidió cortèsmente.
- Desde aquel día había cambiado; se le veía llorar de desesperanza, de dolor en el alma; el hombre que hacía llorar de amor, ahora lloraba de dolor, no porque había cambiado, sino porque se percató de su incapacidad para cambiar hacia un destino mejor, para su país.

Conclusión: Hacen falta hombres y mujeres que hagan cambiar el corazón de los políticos venezolanos, para que venezuela prospere.





Dedicado a la familia Orocopey en Las casitas, Barcelona.

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